Los Colores de México
Cuando mi jefe (director editorial del primer periódico en el que trabajé) me pidió hacer una crónica de un evento deportivo que tenía que cubrir, mi cara de duda lo hizo hacer una pausa, era claro que yo era una novata y que las crónicas me daban temor (una crónica es para mí todo un reto, el género periodístico al que más respeto le tengo) así que él comprendió que podría representar para mí un bloqueo mental el intentar hacer una crónica y dijo algo así como: “entonces haz una nota de color”. ¿Una nota de color? Para ser honesta a partir de ahí se convirtió en mi género preferido, incluía la descripción de una crónica sin la exigencia de la misma, pero lo más importante es que me obligó a observar, a mirar a detalle mi al rededor, no sólo ver, sino también oler y sentir lo que pasaba en el entorno a la hora de cubrir una nota informativa, un evento.
Así, sin querer mi editor no sólo me había facilitado la oportunidad de escribir, sino que además me había regalado la habilidad de disfrutar el momento con todos mis sentidos con la finalidad de hacer una buena nota de color.
Entonces lo noté; México es un país con mucho color; en su comida, en sus olores, sabores, expresiones, palabras, acentos, en su carácter ¿Se han detenido a observarlo y disfrutarlo? ¡Vaya! Me parece un gozo cuando me doy cuenta que tenemos un país magnifico en ese aspecto.
Así que hay una lista larga de cosas que son los colores de México y nos hemos arriesgado a nombrar esta edición así porque este mes queremos presentar un par de historias que incluyen eso que nos caracteriza cómo mexicanos, algo actual y que lleva años aquí. Esta vez no sólo se trata de narrar la historia de alguien, sino que es una invitación a ver cómo somos y cómo disfrutamos eso que somos.
Es cierto también que hay lugares de México que tienen más color que otros, porque las mismas personas lograr identificar qué los arraiga y lo “presumen”, de los pocos lugares en los que he tenido oportunidad de vivir creo que hay tres que me parece están llenos de color, Veracruz que al ser puerto tiene la entrada de diversas culturas, la gente es abierta como lo suele ser la gente de costa, su acento al hablar, su comida típica, porque sólo alguien que ha vivido en Veracruz sabe que un desayuno jarocho es café con leche endulzado, y unas buenas picadas recién salidas del comal. Mérida que pese a ser conocida como la ciudad blanca está llena de colores pues conserva palabras mayas adaptadas a la actualidad, la comida a base de carne de cerdo y pavo exalta su origen yucateco, y el respeto con que las familias te tratan, hasta parece un lugar que vive en una realidad alterna a nuestro México actual ¡Ojalá así se conserve!
Y Chilangolandia, es aquí donde ser mexicana me parece exultante, donde respiro y sé que huele a México, a urbanidad, pero también a bosque y últimamente con el cambio climático hasta a un ardiente calor que vuelve cálido el día a día, lo único malo de la CDMX es que la gente vive tan a prisa que no se detiene para darse cuenta lo magnifico que es aquí, como sea nuestra invitación en esta edición es a qué nos cuentes qué de todo lo que nos caracteriza como mexicanos te hace vibrar de manera feliz y te hace sentir que perteneces a México.
Disfruten todos nuestra segunda edición, esto es Acceso Libre ¡Bienvenidos!
Acceso Libre.
Comentarios
Publicar un comentario